Una de las enfermedades oculares más comunes en los perros es la conjuntivitis canina. Aunque en la mayoría de los casos no suele ser grave, conviene tratarla ante los primeros síntomas y así evitar posibles lesiones importantes.
En este post te contamos de qué se trata, sus principales síntomas y algunas recomendaciones.
Principales síntomas y tipos de conjuntivitis canina más frecuentes
Los síntomas de la conjuntivitis canina son muy similares a los que podemos padecer las personas.
Si nuestro perro tiene conjuntivitis observaremos irritación ocular, legañas (en ocasiones de color verdoso o amarillento), enrojecimiento de la parte blanca del ojo, picazón y lagrimeo constante. Estos síntomas pueden aparecer de un día para otro, y es posible que primero los observemos en un solo ojo y rápidamente en los dos.
Si observamos que nuestro perro muestra nerviosismo, parpadea con mucha frecuencia y/o se frota los ojos con las patas, es hora de visitar al veterinario.
Existen diferentes tipos de conjuntivitis y es imprescindible conocer su origen para poder aplicar un tratamiento efectivo.
Conjuntivitis más comunes
- Conjuntivitis vírica: Este tipo es el más frecuente. Los síntomas suelen ser legañas en uno o ambos ojos, lagrimeo y costras. Muy contagiosa.
- Conjuntivitis bacteriana: Este tipo de conjuntivitis es contagiosa, se produce cuando los ojos del perro se infectan por una bacteria. Los síntomas suelen presentar irritación y lágrimas de un tono amarillento o verdoso.
- Conjuntivitis alérgica: Como nos ocurre a algunos de nosotros, la conjuntivitis alérgica se produce por alérgenos del ambiente, mayoritariamente en primavera, aunque también puede ser ocasionada por la picadura de algún insecto. Los síntomas son muy parecidos a los que podemos padecer las personas, manifestándose en picor, lagrimeo constante y legañas.
- Conjuntivitis por contacto con cuerpo extraño: Durante los paseos cualquier cuerpo extraño, como una espiga o rama, puede rozar la conjuntiva (membrana transparente que cubre el globo ocular) y provocar una infección. Si observamos que nuestro perro cierra el ojo o manifiesta incapacidad para abrirlo debemos acudir rápidamente a la consulta del veterinario.
- Queroconjuntivitis seca (ojo seco): Se produce por la escasez de lágrimas sobre la superficie del ojo, ocasionando una sequedad que produce la inflamación de la conjuntiva y de la córnea. Los síntomas pueden ser secreciones oculares y parpadeo excesivo.
Como podemos observar, los síntomas son todos muy similares, por lo que insistimos en acudir al veterinario para que realice las prueba oportunas y nos prescriba el tratamiento específico.
No debemos aplicar colirios sin prescripción veterinaria, así como ningún tipo de medicamento que nos recomiende un conocido porque a su perro le fue bien, esto puede ser muy perjudicial para nuestro perro y podemos empeorar la situación.
Además, es muy importante aplicar el tratamiento durante todo el periodo que nos indique el veterinario, aunque notemos mejoría en pocos días o los síntomas hayan desaparecido.
¿Cómo podemos prevenir la conjuntivitis?
La mejor prevención es mantener la correcta higiene ocular de nuestro perro, para ello existen el mercado toallitas húmedas específicas y también podemos limpiar los ojos con ayuda de una gasa estéril y suero fisiológico. No debemos olvidar que los ojos son muy sensibles y debemos tratarlos con mucha delicadeza y nunca utilizaremos la misma toallita o gasa para ambos ojos.
No se recomienda la aplicación de infusiones de manzanilla ni de ningún otro tipo.
Una alimentación adaptada a la etapa de la vida de nuestro perro es fundamental para fortalecer su sistema inmunitario y evitar cualquier tipo de enfermedad.
Recordamos que las revisiones en el veterinario son imprescindibles para el buen estado de salud del perro.
