¿Tienes un gato?
Si es así, ¡este post te interesa! Hoy vamos a hablarte de una de las enfermedades más comunes en gatos: la gingivitis. Se trata de una patología infecciosa, no contagiosa, que produce la inflamación de la mucosa oral, orofaríngea y/o lingual y puede afectar a cualquier gato de cualquier edad, aunque los gatos de raza Somalí, Abisinio y Siamés son más propensos a padecerla.
Si tenemos en cuenta que los gatos solo tienen 30 dientes definitivos y que usan su boca no solo para alimentarse, sino también para asearse, debemos prestar mucha atención para que sus dientes y su cavidad bucal se encuentren en el mejor estado posible.
¿Cuáles son los síntomas de la gingivitis en gatos?
Si detectas en tu gato cambios de comportamiento o está más irritable, muestra inapetencia o ha perdido peso, o si al acercarte a él su aliento huele mal u observas dificultad para masticar, acude a tu veterinario.
Esta patología se desarrolla lentamente, por lo que debemos estar muy atentos para detectarla lo antes posible.
¿Cuáles pueden ser las causas de la gingivitis felina?
Las causas de la gingivitis son muy variadas. Entre las más comunes se encuentran:
- Problemas inmunológicos.
- Insuficiencia renal.
- Diabetes mellitas.
- Antecedentes de enfermedades periodontales.
- Origen por virus: Calcivirus, leucemia o panleucopenia.
- Dieta blanda.
- Mala higiene bucodental.
Tratamiento
El tratamiento puede variar mucho dependiendo de la causa que ha provocado la gingivitis, por lo que será el veterinario quien, tras su diagnóstico, nos indique cómo debemos proceder y qué tipo de medicación debemos administrar al gato. No es lo mismo una gingivitis leve, que una crónica o una originada por un virus.
En los casos leves, puede curarse con una buena higiene bucodental y antibióticos, pues la encía estará inflamada y enrojecida pero la enfermedad no habrá afectado a la raíz dental.
Si es un caso originado por un virus suelen utilizarse antibióticos y/o corticoides, acompañados de limpieza dental. Cuando la enfermedad es grave suele ser necesario extraer las piezas dentales dañadas.
Recordamos la importancia de no administrar ningún medicamento sin prescripción veterinaria, pues podríamos empeorar la situación.
¿Podemos prevenir la gingivitis?
La respuesta es sí. Para ello es fundamental realizar un cepillado dental tres veces a la semana, con un cepillo y una pasta dentífrica específicos para gatos. Como sabemos que los gatos pueden mostrar reticencia a este tipo de actos, recomendamos acostumbrarlos desde pequeños para que durante su crecimiento se convierta en un hábito más.
La alimentación es igual de importante que el cepillado, aconsejamos utilizar piensos secos adaptados a la edad e incluso a la raza de tu gato. Existen en el mercado diversos piensos con efecto profiláctico.
Los snacks y pequeños trozos de manzana también pueden ayudar a mantener la higiene dental.
No olvidéis que las revisiones periódicas en el veterinario son imprescindibles para el buen estado de salud del gato.